HISTORIA - ORÍGENES

Se tiene constancia de la existencia de la advocación de la Vera-Cruz en Córdoba en el año 1497, en una ermita del Campo de San Antón a extramuros de la ciudad. En el siglo XVI cobran auge las hermandades de este título al amparo de los religiosos franciscanos y la de Córdoba se erige en el Convento de San Pedro el Real, actual Parroquia de San Francisco y San Eulogio. Su inicio hay que encontrarlo en 1536, año en el que el Pontífice Paulo III a instancias del Cardenal Quiñones concede indulgencias a la Cofradía de la Santa Vera-Cruz de Toledo. La Vera-Cruz de Córdoba gozará de los beneficios espirituales concedidos por Paulo III en 1538.

La Cofradía venera al Santísimo Cristo de las Maravillas, crucificado de gran devoción popular, y Nuestra Señora del Milagro, advocación surgida de un prodigio que se le atribuye. Realiza Estación de Penitencia a la Santa Iglesia Catedral el Jueves Santo, formando la comitiva tanto hermanos de luz, con cirios, como hermanos de sangre, azotándose. Hacia finales del siglo XVII sacan en procesión de disciplinantes cuatro pasos, Santa Cruz, San Juan, Cristo de las Maravillas y Ntra. Señora del Milagro. Encabeza el cortejo una Cruz Guiona dorada con pátina color verde. El Santísimo Cristo luce palio de tafetán carmesí con lujosas andas doradas. Ntra. Señora del Milagro procesiona en un paso con cuatro ángeles en las esquinas y sendos hachones dorados, palio de seis varales de tela de raso de plata morada carmesí con flecos y galón de oro. Luce la Dolorosa rico manto con estrellas de hilo de plata y claveles de hilo de oro.

Existen dos versiones sobre la localización actual del primitivo Titular de la Corporación. Una primera que lo ubica en el Convento de la Visitación, de las RR.MM. Salesas de nuestra ciudad. Es un crucificado devocional, de grandes dimensiones, obra del siglo XV, de rasgos arcaicos, que parece ser estuvo en una capilla de la Iglesia de San Francisco y San Eulogio. Otra versión, documentada por el profesor Aranda Doncel, lo localiza actualmente en el crucificado que se encuentra en el retablo del Altar Mayor de la propia Parroquia de San Francisco.

A parte de la Estación de Penitencia, la principal celebración religiosa es la fiesta de la Santa Cruz en mayo y septiembre. Una de las principales acciones caritativas de los hermanos es el enterramiento de los ajusticiados. Además destinaban fondos para ofrecer comida a los pobres de la cárcel.

A finales del siglo XVIII se inicia un período de decadencia de las Cofradías, agravándose en los primeros años del XIX. Por un lado el desalojo de las comunidades religiosas de varios conventos con motivo de una epidemia y la exclaustración de los religiosos decretada por el gobierno de José I y la destrucción de iglesias por la invasión francesa, afectando a las Cofradías erigidas en torno a órdenes religiosas. Además, en 1820 el obispo de Córdoba Pedro Antonio de Trevilla dicta un reglamento prohibiendo las procesiones en la capital de la diócesis fijando sólo la del Santo Entierro la tarde del Viernes Santo.

Aún así la Cofradía de la Vera-Cruz se mantiene gracias a sus bienes patrimoniales con varias casas en la capital. No obstante, debido a la desamortización decretada por Espartero en 1841, sufre un descalabro económico que la lleva hasta su extinción. Las imágenes reciben culto en su magnífica capilla del antiguo convento franciscano.

REFUNDACIÓN

En el año 1980 un grupo de jóvenes involucrados entonces en la Legión de María se reúnen en torno a una Dolorosa, cuya advocación era la Virgen de los Dolores, en el Convento del Buen Pastor, en la judería cordobesa, regentado por madres filipenses. En un principio el título de la Hermandad fue "Nuestro Padre Jesús de la Amargura en su encuentro con la Santa Verónica y María Santísima de los Dolores Gloriosos". Se inició la redacción de las Reglas por parte de una Comisión Gestora formada para tal cometido, siendo definitivamente aprobadas por la Mesa pro-Cultos (futura Junta de Gobierno) el 31 de Julio de 1980. Esta fecha se ha considerado siempre desde entonces como la fundación de la Hermandad.

Un año más tarde la Autoridad Eclesiástica aprobaba por un año "ad experimentum" la nueva Hermandad quedando canónicamente constituida en el Convento del Buen Pastor. En el año 1983 se producen una serie de profundos y radicales cambios en la Hermandad. Las Reglas se rehicieron totalmente, y tras un largo proceso se aprobaron por la Autoridad Eclesiástica en Octubre de 1987. La Titulación de la Hermandad quedó fijada tal y como es actualmente, reconociéndose que la Hermandad refundaba la antigua Archicofradía de la Vera-Cruz, con todos sus títulos y privilegios acumulados en los siglos.

El primer Hermano Mayor e impulsor de la Archicofradía aquellos primeros años fue Manuel Roldán Roses, y cuya primera Junta de Gobierno encargaría al imaginero Antonio Dubé de Luque la imagen de María Santísima del Dulce Nombre, bendecida el 1 de Abril de 1984 en el convento del Buen Pastor por Fray Ricardo de Córdoba.



Se estimó que para el crecimiento de la Hermandad era mejor su traslado a una Parroquia, produciéndose el mismo el 7 de Diciembre de 1985 a la Parroquia de San José y Espíritu Santo, en un solemne traslado de la Imagen Titular. Desde entonces ha permanecido allí.

Se encarga a Antonio Dubé de Luque la imagen de Nuestro Señor de los Reyes cuya bendición tuvo lugar el 8 de Febrero de 1987 en la Parroquia de San José y Espíritu Santo, por el entonces obispo Infantes Florido.

El Lunes Santo, 25 de Marzo de 1991, la Archicofradía realiza su primera Estación de Penitencia sólo con la imagen del Señor, desde el Colegio de las Madres Mercedarias en el Campo de la Verdad. En 1994 y tras la apertura de la Puerta de los Reyes en el lateral de la Parroquia de San José y Espíritu Santo, la Archicofradía pudo realizar la Estación de Penitencia desde el interior de su Templo. Durante esos años se va completando el guión procesional.

El 22 de Octubre de 1995 el Obispo Infantes Florido bendice la nueva Imagen de la Divina Pastora de las Almas, realizada por Miguel Ángel González Jurado, y que se constituye en Titular de la Hermandad filial de jóvenes fundada unos años antes. En el Año Jubilar de 2000, se incorpora a la Estación de Penitencia el paso de palio de María Santísima del Dulce Nombre, en un extraordinario conjunto de orfebrería que destacó por su originalidad y riqueza artística.

Durante el año 2005 se conmemoró el XXV Aniversario Refundacional de la Archicofradía, con un programa de actos donde destacaba el carácter cultual de los mismos, celebrándose como acto central un Solemne Pontifical con la presencia de su Excelencia Reverendísima el Cardenal Arzobispo de Sevilla Fray Carlos Amigo Vallejo. Se culminaron los actos conmemorativos en la festividad del Corpus Christi de 2006, con la celebración de la eucaristía por parte del Obispo de la Diócesis Juan José Asenjo Peregrina.

En el año 2015, un grupo de hermanos dona a la Archicofradía la realización de la Cruz de Guía, presidiéndola un crucificado del siglo XVII recuperando la advocación del Cristo primitivo de la Vera-Cruz, Cristo de las Maravillas, confiriéndole por tanto carácter de Titular de la Hermandad.

El 28 de Octubre de 2016, la Fundación Marqués de Vivanco cede con carácter permanente 'sine die' un Lignum Crucis para que reciba culto y veneración en el seno de nuestra Archicofradía. Es su presidente, don José María Horrillo López del Rey, Marqués de Vivanco, quien hace entrega de la Santa Reliquia de la Cruz de Cristo a nuestra Hermana Mayor en presencia del señor obispo de la Diócesis.

Entre los principales proyectos de futuro, cabe destacar la terminación del paso de palio con el bordado del mismo.

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